sábado, 9 de abril de 2011

Coco Chanel

Coco Chanel
Más que un clasico

Gabrielle Bonheur "Coco" Chanel (Saumara, Francia,19 de agosto de 1883 - Paris, 10 de enero de 1971) fue una revolucionaria diseñadora de modas y creadora de perfumes francesa.


Hija de un vendedor ambulante y una ama de casa, ambos de escasos recursos, Gabrielle Chanel nació en un hospicio de Saumara, el 19 de agosto de 1883. En permanente situación de escasez, sobrellevó a duras penas sus primeros años de infancia junto a sus cuatro hermanos.

Cuando tenía doce años, su madre murió víctima de tuberclosis y el padre se desentendió de ellos, enviándolos al condado de Auvernia, al cuidado de dos tías que tenían un orfanato. Por eso, su partida de nacimiento está registrada ahí con fecha de 1893.
El abandono de su padre, la muerte de su madre y la soledad espiritual marcaría para siempre la actitud de Coco hacia la vida: «Durante mi infancia sólo ansié ser amada. Todos los días pensaba en cómo quitarme la vida, aunque, en el fondo, ya estaba muerta. Sólo el orgullo me salvó».


Con las cuidadoras del orfanato, Gabrielle aprendió a coser y manejar el hilo y la aguja con especial habilidad, lo que hizo que a los 17 años las monjas del orfanato de Aubazine le consiguieran un empleo como costurera.

De una gran personalidad, con belleza sensualmente discreta, femenina y menuda figura, pelo corto casi varonil, nada la detuvo cuando en 1905, resolvió convertirse en cantante de un cabaret, oficio que desplegó por tres años y que la introdujo en el mundo del divertimento y las relaciones sexuales pasajeras. De estas relaciones Coco Chanel esperaba obtener dinero para su gran sueño: ser una renombrada modista.



Su sobrenombre de "Coco", hacia referencia a un cariñoso mote que sus tías que la cuidaron le pusieron. Otros aseguran que surgió como una especie de nombre artístico, a partir de las melodías que entonaba, quizas el motivo más probable. Otra probabilidad es un apocope de "Cocotte" ("mantenida").




De la mano de uno de sus primeros adinerados amantes partió a París, y así en 1909 se instaló en un pequeño departamento en el Boulevard de Malesherbes donde rápidamente abrió su primera tienda de sombreros, Modas Chanel.



Siempre apoyada económicamente por sus compañeros de cama, unos años más tarde se instaló en localidades que frecuentaban los ricos: Deauville,Normandia (1913) y Biarriz (1916). En 1920, instaló en Paris, en la Rue Cambon, su primera Casa Chanel.

Guiada por su espíritu libertario, Coco no tuvo complicaciones para vincularse con adinerados hombres de la sociedad europea ni con estrellas del cine. Ocultó además celosamente su humilde pasado: mentía sobre sus orígenes y recurría al esnobismo.

Fue el playboy Etiennne Balsann quien la colocó con su tienda de sombreros, pero su vínculo con el amigo de éste, el socialité (personaje social) y jugador de polo inglés Arthur "Boy" Capel,  fue lo que posibilitó su despegue. Chanel se enamoró perdidamente de Capel y se escapó con él. 

Chanel tenía la esperanza de convertirse en su esposa, pero nunca se casó con Capel y éste prefirió casarse por conveniencia con otra mujer de alta alcurnia, si bien mantuvo a Chanel como amante. Él murió tempranamente en un accidente automovilístico; Coco llegó al lugar y lloró amargamente la pérdida de su amor y benefactor, quizás el más importante. Ningún otro hombre ocupó su lugar por un tiempo prolongado.



Con el apoyo de Balsan y Capel se convirtió en la gran dama de la moda, y además pretendida por muchos aristócratas. Uno de ellos fue el duque de Westminster del que rechazó una propuesta de matrimonio, pero no sus sábanas. «Ha habido muchas duquesas de Westminster, Chanel hay una sola», fue su explicación.


Se codeó con grandes artistas, escritores y artistas contemporáneos como ígor Stravinski, el coreógrafo ruso Sergei Diaghiley, George Bernard Shaw y Jean Cocteu. Todos vieron en ella a una de las pioneras del feminismo, dispuesta a romper fórmulas y esquemas. Stravinski se enamoró perdidamente de ella, pero tuvo que conformarse con ser su amigo. Fue él quien le presentó al conde Dimitri de Rusia, con quien tuvo un apasionado romance.


 

Observadora innata, criticaba la estricta moda que seguían las mujeres (grandes sombreros, cargadas de pieles de animales y flores, corsés y recargados diseños) y desplegó toda su imaginería hasta convertirse en una de las grandes diseñadoras del siglo XX, tan trascendental como Christian Dior y otros grandes que la siguieron.
Coco eliminó la moda recargada que imperaba, diseñando prendas muy sencillas, muy cómodas, de líneas rectas, pero con un toque de alta distinción; su moda fue rápidamente adoptada por el encumbrado público parisino. Su frase más célebre fue: «Todo lo que es moda pasa de moda» o «La moda se pasa de moda, el estilo jamás». Asimismo, invirtió en el mercado de los perfumes, en el cual tuvo gran éxito como con el famoso perfume Chanel N°5.
Pese a los años de recesión, en 1931, el magnate hollywoodense  Samuel Goldwyn la contrató por un millón de dólares para que vistiera a sus grandes musas del celuloide como Katharine Hepburn, Grace Kelly, Elizabeth Taylor y Gloria Swanson. Coco marco la pauta de la moda durante los «locos años 20», pero ni siquiera su pasado como enfermera durante la Primera Guerra Mundial pudo impedir que su reputación cayera por los suelos durante la Segunda, conflicto que la golpeó en todos sus frentes. Al final de la Segunda Guerra Mundial, debido a un romance con un alto oficial de las SS, Walter Schellenberg, se le imputaron cargos de ser colaboracionista del régimen nazi, cosa que ella rechazó de plano.





Aun así siguió siendo una mujer influyente y creativa, dispuesta a mantener con todo su máxima: la libertad de movimiento. Su cuerpo yace en Lausanne, Suiza, resguardado por cinco leones de piedra.